lunes, 8 de marzo de 2010

Blajamiun (Cuento)


Este cuento participa del libro "los vuelos del tintero" de seleccion Dunken, otro gustito...
La leyenda celta de los Tuatha de Danann nos explica que sus dioses dividieron la tierra de Irlanda en dos mundos, según la correspondencia y merecimientos, la superficie de la tierra fue asignada a los Milesios, hijos de Mil, y el inframundo le fue otorgada a los Tuatha de Danann.
En este contexto es que nos encontramos hoy, sentados a la vera del fogón, a miles de kilómetros de donde nació la leyenda celta. Pero en esta inhóspita parte del mundo, muy al sur del ecuador. Aquí es donde la leyenda toma su verdadero significado.
Uno de los dioses de menor escala, Blajamiun, fue expulsado de Irlanda. Su traición, que no tiene precedentes en esta mitología (fiel descendiente de los Fomorianos, raza de demonios aberrantes y malvados) fue de una gravedad extrema, lo cual le causo el destierro in eternum.
Blajamiun deambulo por los confines más inhóspitos de la tierra. Buscando donde poder asentarse y continuar con su saga de hechos demoniacos.
Este humilde bosque, bajo estos mismos arboles en centurias pasadas, es donde se asentó este desterrado demonio. Hoy todavía se cuenta, y creo que es parte del folclore, sobre las andanzas de este ser sobrenatural, por los senderos que llevan al lago, o en las costas del rio. Sus maldades sin precedentes se acrecentaban en estas tierras regadas de bondad.
Solo un ser, que lo persiguió por la inmensidad de la tierra, con la humildad de los grandes y la bondad de los dioses y obtuvo la gracia de los druidas de estos lares, pudo detener a este ser demoniaco. Tras dura batalla derroto a Blajamiun, sin derramar ni una sola gota de su sangre.
Blajamiun derrotado, suplico clemencia al resto de los dioses célticos. El perdón otorgado, fue el de dejarlo encerrado en un cuerpo humano, para sufrir las penurias por los siglos de los siglos. A su vencedor, se le otorgo la gracia de la vida eterna, hasta que este decidiera ponerle fin, siendo la única forma de morir, suicidándose. La responsabilidad que le fue otorgada es la de velar por este bosque, donde fue derrotado Blajamiun en manos de Exofriont, ser mítico de los Tuata de Danann, discípulo de Angus Mc Og y aprendiz del combate de Balor “mal ojo”.
Hoy nos encontramos en este fogón, con este caldero druida, recordando la hazaña realizada hace miles de años. Este ser de oscuridad sigue rondando los bosques que nos rodean y yo, sigo aquí protegiéndolo, listo para derrotarlo una vez más.

1 comentario:

  1. hermoso relato, no se que es mas penoso, vivir en un cuerpo humano, sufriendo sus miserias, o poner fin a una bella vida con el suicidio.
    hermoso omar, un saludo para ti.

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