Ni una sola Lagrima (Cuento)

No voy a pensar más en vos, Julia, y espero que hagas lo mismo, no te quiero ver más, fuiste una parte importante de mi vida, pero se terminó.
Me levante del sillón del boliche, agarre mi vaso de fernet, di un último vistazo a esa persona con la cual había compartido tantas cosas.
No lo puedo creer, siendo tan franco con ella, haberla amado como la ame, que no comprenda mi situación actual. Terminamos hace un tiempo y quedamos bien.
Ella estaba de novia, el le daba todo lo que yo no pude, o era lo que me decía, porque, ella fue quien quiso terminar, porque no teníamos los mismos intereses, no compartíamos la misma visión de futuro, en definitiva, me rompió el corazón.
Yo siempre escuche “Carlos, hagamos esto o aquello”, pero en concreto nunca hicimos nada, será por problemas míos, por no poder comprometerme del todo.
Fue la mujer que más ame en toda mi vida. Con la única que imaginé formar una familia. Capaz, me falto comunicárselo, o demostrárselo, pero era el hombre, el que no puede demostrar.
No te voy a decir que no me costo sacar las fotos tuyas, o borrar los mails que me mandabas diciéndome cosas, que era el hombre de tu vida o palabras como “amor”, “mi vida”. Escuchar nuestra canción y pensar, recordar, añorar, sufrir.
Me costo mucho poder cerrar esa etapa de mi vida, tanto dolor, tristeza, a veces tanta bronca.
Ahí fue que me di cuenta de un montón de cosas, cuando estaba hundido en la mas fea de las depresiones que puede tener una persona, la del amor. Pensé muchas veces la cosas mas idiotas, que en esa situación, no parecían tan descabelladas. Rememore viejas épocas, tenia miedo de encontrarte, verte, de demostrar todo lo que sentía, muchas veces esperanza.
En esa época fue que te conocí, me caíste bien, eras un apoyo en esta situación, siempre estabas al lado mio cuando tenia esos bajones.
Me acompañaste muchas veces a hacer cosas que no te gustaban, me llevabas a fútbol para que no pierda las ganas de hacer cosas.
Le dabas color a mi vida, empezaba a vivir de nuevo. A sentirme bien, a tener proyectos, a poder lograr las cosas más imposibles, creer en mi, levantarme la autoestima, a si querés, ser una mejor persona.
Nunca creí poder amar a alguien de esta forma, a sentir las cosas que descubrí con vos, los sentimientos que por ahí, por ser hombre me costaban demostrar. La sociedad no deja que los hombres sean, o demuestren un montón de cosas. La sociedad me importa un carajo ahora, que me digan lo que me digan, que me juzguen, ellos son los que se pierden lo que siento.
El poder caminar con vos de la mano, demostrando mi amor, no me lo quita nadie.
Que me hagas el amor, como nunca creí poder hacerlo, que me toques así, sentirte, rozar tu piel, acariciarte, mimarte.
Sentirme amado, como sólo creí que pasaba en las películas, contenido, iluminado, qué más se le puede pedir. Compartir el resto de nuestra vida, jurar amor eterno, vivir un amor eterno.
Decidí contarle a Julia lo nuestro, no se que creyó ella, capaz que quería volver, se había peleado con el novio hacia poco, y me mandaba algunos mensajes de texto diciéndome cosas lindas, sin nada especial con respecto al amor.
Nos juntamos en el bar que nos habíamos conocido, ella estaba linda como siempre, es una hermosa mujer. Comencé por preguntarle como estaba, su familia, sus cosas. Me planteo volver, que me amaba que se había equivocado, que sabía que estaba de novio, pero que la deje, que yo era para ella, y ella era mi persona especial.
Le dije que había conocido al amor de mi vida, que me llenaba como nunca había pensado y quería que escuche de mi boca lo que me pasaba con Jorge, que no me juzgara como lo hace la sociedad, sino que me apoyara, si era que me quería.
No lo pudo entender, me agravio, que era un enfermo, como le podía haber hecho eso, ella se había brindado toda y que quería volver, dijo que lo deje, que sea normal. Lloraba y me prometió que de esto que me pasaba, no se iba a enterar nadie, quedaría oculto.
Bebí un trago de fernet, la mire con lastima y le dije: ni una sola lagrima derramo por vos.
Llegué a la barra, agarre a Jorge de la mano y partí a enfrentar mi futuro con la persona que amo.